La Cabaña de Rodas encuentra sus orígenes en los antiguos pobladores del noreste de México, donde las carretas llevaban víveres y provisiones a los lugares más remotos.
A veces estos vehículos se convertían en cocinas móviles para también seguir el paso a los viajeros y como las carretas tienen grandes ruedas para librar los agrestes caminos, los viajeros las llamaban la cocina de ruedas o cocina de rodas.
Conforme las cocinas rodantes se fueron estableciendo en construcciones de madera alojadas en parajes junto a los caminos, se les comenzó a llamar figurativamente “cabañas de ruedas” o “cabañas de rodas”.
Ahora su función ya no fue la de seguir a los viajeros, sino ofrecerles un lugar para reposar, comer y vivir momentos placenteros en su camino rodeados de sus familias y compañeros de viaje.